Bari en pocas horas: Qué ver, comer y disfrutar si llegas en crucero
Si estás haciendo un crucero por el Mediterráneo y tu itinerario incluye una parada en Bari, Italia, estás de suerte. Esta ciudad portuaria al sur del país combina historia, gastronomía y esencia italiana auténtica. Nosotros llegamos con el crucero Costa Deliziosa, lo que nos dejó unas horas para descubrir lo más especial de Bari. Este blog es para ti si estás buscando una guía realista, útil y cargada de encanto para exprimir al máximo una visita breve.
Guía:
¿Dónde queda Bari y por qué es especial?
Bari es la capital de la región de Apulia (Puglia), al sur de Italia. Con acceso directo al mar Adriático, ha sido durante siglos un punto estratégico para el comercio y las peregrinaciones. Su casco antiguo es un laberinto de calles estrechas y empedradas donde aún se siente el latido de la Italia tradicional. Es famosa por sus iglesias románicas, su castillo normando y, sobre todo, por su ambiente local, vibrante y auténtico.
¿Se puede visitar Bari a pie desde el crucero?
¡Sí! Esa es una de las mayores ventajas para los cruceristas. El puerto de Bari está a unos 10 minutos a pie del centro histórico. Nada más bajar del barco, ya puedes comenzar tu recorrido sin necesidad de traslados ni taxis. Es ideal para una escala corta, ya que te permite llegar fácilmente a los principales puntos de interés.
Qué ver en Bari en medio día
Bari Vecchia: el alma de la ciudad
Lo primero que debes hacer es dirigirte a Bari Vecchia, el casco antiguo. Aquí se respira la esencia más pura del sur de Italia. Las calles empedradas están llenas de vida: vecinos charlando, ropa tendida en los balcones y el sonido de las cucharas golpeando ollas. Todo parece sacado de una película.

Basílica de San Nicolás
Uno de los lugares imprescindibles de Bari es la Basílica de San Nicolás, construida entre los siglos XI y XII. Es un lugar de peregrinación tanto para católicos como para ortodoxos, ya que aquí descansan las reliquias de San Nicolás de Myra (sí, el mismo que inspiró la leyenda de Santa Claus). La cripta es impresionante, y su atmósfera es tan sobria como conmovedora.
Catedral de San Sabino
A escasos pasos de la Basílica, se encuentra la Catedral de San Sabino, otro templo románico construido sobre ruinas bizantinas. Aunque tuvimos poco tiempo, alcanzamos a ver su interior con restos arqueológicos visibles a través de su suelo de cristal. El contraste entre lo antiguo y lo moderno está presente en cada rincón.
Castillo Normando-Suevo (Castello Normanno-Svevo)
Continuando el paseo, no puedes dejar de ver el Castillo de Bari, una fortaleza imponente construida en el siglo XIII. Aunque solo hicimos una caminata exterior por falta de tiempo, sus muros majestuosos y su historia nos dejaron fascinados. Es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad.
Via delle Orecchiette: tradición viva
Uno de los momentos más entrañables fue ver a las nonne (abuelas italianas) haciendo orecchiette a mano, justo en la calle. Esta pasta típica con forma de orejita es parte de la identidad culinaria de Bari, y ver cómo la elaboran a diario es una postal inolvidable.
Gastronomía en Bari: qué comer si tienes poco tiempo
Focaccia barese: una delicia callejera
Si solo puedes probar una cosa en Bari, que sea su famosa focaccia barese. La probamos caliente, recién salida del horno, con tomates cherry, orégano y aceitunas negras. Por menos de 3 €, tienes un manjar tradicional ideal para comer sobre la marcha.
Pasta fresca del día
Aunque no tuvimos tiempo para sentarnos en un restaurante completo, nos recomendaron lugares como “La Tana del Polpo” y “La Uascezze”, donde por menos de 20 € puedes disfrutar platos de pasta artesanal con mariscos o carne local.
Helado artesanal
Si hace calor o simplemente quieres cerrar tu visita con un toque dulce, en la heladería “Gentile” puedes probar sabores únicos como almendra de Apulia o higo con ricotta. Un helado cuesta unos 2,50 €.
Mercados locales: donde los sabores se mezclan
Bari también tiene pequeños mercados callejeros donde puedes comprar embutidos, quesos, pan recién horneado y productos típicos como el taralli (rosquillas saladas) o aceite de oliva. Una buena opción es el mercado del puerto o las pequeñas tiendas en Via Sparano.
Preguntas frecuentes de viajeros sobre Bari
¿Qué idioma se habla en Bari?
El idioma oficial es el italiano, pero muchas personas hablan inglés, especialmente en las zonas turísticas y comercios. Aun así, aprender algunas palabras básicas como “grazie” o “buongiorno” siempre será bien recibido.
¿Es segura la ciudad para caminar?
Sí. Bari ha mejorado mucho en seguridad en las últimas décadas. El centro histórico es muy turístico y está bien vigilado. Como en cualquier ciudad, conviene estar atento a tus pertenencias, pero es una ciudad tranquila para recorrer a pie.
¿Hay baños públicos disponibles?
En las iglesias grandes y cerca del puerto hay baños disponibles. También puedes acceder a los de cafeterías si consumes algo (como un café o un agua). Un espresso cuesta aproximadamente 1–1,50 €.
¿Se puede pagar con tarjeta?
En la mayoría de lugares sí, aunque algunos puestos callejeros o panaderías pequeñas prefieren efectivo. Llevar unos 10–20 € en efectivo puede salvarte de apuros.
Breve historia de Bari para viajeros curiosos
Bari fue un importante centro bizantino y luego normando. Su posición en el Adriático le otorgó un papel clave en las cruzadas y las rutas comerciales hacia Oriente. Durante la Edad Media, acogió a miles de peregrinos que iban hacia Tierra Santa, lo que explica la construcción de templos tan emblemáticos como la Basílica de San Nicolás.
En la actualidad, es un centro universitario, comercial y cultural de Apulia. Aunque menos conocida que otras ciudades italianas como Florencia o Roma, ofrece una experiencia mucho más auténtica y menos masificada.
Nuestra opinión personal y conclusión
Bari nos sorprendió. A pesar del tiempo limitado que ofrece una escala de crucero, sentimos que logramos conectar con su esencia. La cercanía del puerto al centro histórico, la calidez de su gente, el olor a pan caliente en cada esquina y su riqueza patrimonial la convierten en una joya del sur de Italia.
Si estás planeando un crucero por el Mediterráneo y ves a Bari en el mapa, no lo dudes: bájate del barco, ponte calzado cómodo, carga tu cámara y déjate llevar por sus calles. Es una ciudad que, en pocas horas, te deja con ganas de volver.